Cómo conservar el té correctamente y mantenerlo fresco durante más tiempo
¿Sabías que la forma de almacenar el té puede influir en su sabor y aroma? Tanto si tu colección está formada por un puñado de tés como por una gran variedad, todo depende de cómo los guardes.
Esto se aplica tanto al té en hojas sueltas como a las bolsitas de té y a todos los tipos de té. No importa si se trata de jazmín, chai, earl grey, hojicha o incluso manzanilla.
Por suerte, conservar el té correctamente no tiene por qué ser complicado ni abrumador. Si te tomas el tiempo necesario para familiarizarte con los tés de tu casa y reorganizarlos, los mantendrás frescos y ahorrarás dinero a largo plazo. Así que hablemos de cómo almacenar el té correctamente.
Preguntas frecuentes sobre el almacenamiento del té
Antes de conocer los 5 consejos útiles sobre cómo almacenar el té correctamente y mantener tu colección de té fresca durante más tiempo, aquí tienes algunas preguntas frecuentes.
¿El té tiene fecha de caducidad?
La mayoría de los tés tienen fecha de caducidad. Esto significa que las cualidades aromáticas del té deben permanecer inalteradas hasta esa fecha si se almacena correctamente. Sin embargo, el té se deteriora con el tiempo y puede volverse rancio.
¿Tiene el té de hojas sueltas una vida útil más larga que las bolsitas de té?
Pues sí. Especialmente si las bolsitas de té contienen hojas más pequeñas y/o polvo. Las hojas de té más pequeñas pueden caducar antes.
La misma teoría se aplica al té en polvo ,es decir, matcha y hojicha. Las partículas más finas son más susceptibles a la pérdida de frescura. Por lo tanto, el té en polvo suele consumirse mejor 1-2 meses después de abrirlo.
¿Puede estropearse el té?
Aunque el té pueda caducar, no significa necesariamente que esté estropeado y que ya no se pueda consumir por razones de seguridad.
La mayoría de los tés caducados se pueden seguir consumiendo, pero el sabor puede no ser tan fresco como antes.
Por supuesto, esto sólo ocurre si el té sigue teniendo buen aspecto y oliendo bien. Las hojas no deben tener moho. Asegurate de tirar las hojas o las bolsitas de té si están enmohecidas o huelen de forma extraña.
¿Puedo congelar el té?
Se puede congelar el té preparado, pero no las bolsitas ni las hojas de té. El té no se conserva en el congelador. Al contrario, perderá su sabor natural.
¿Qué debo hacer con el té caducado?
Aunque no puedas disfrutarlo como té debido a su falta de sabor, puedes intentar utilizar el té en la cocina o tostar hojas de té para darles una nueva vida.
También puedes compostar las hojas de té caducadas y utilizarlas como abono para tu jardín.
Si compostas bolsitas de té, comprueba primero que son totalmente compostables. Aunque las hojas de té son compostables, a veces el material de la bolsita puede no serlo, como la cuerda y la etiqueta.
Caducidad del té
La vida útil de cada té es diferente. Varía en función de ciertos factores, como el tipo y la calidad del té, pero si se almacena adecuadamente, estos son los periodos estimados de caducidad.
El té verde y el té blanco tienen el periodo de conservación más corto: entre 6 meses y 1 año.
El té oolong dura de 1 a 2 años y el té negro 2 años o más.
Los tés oscuros, por ejemplo, el té puerh son adecuados para un envejecimiento prolongado.
Sin embargo, la vida útil de los tés varía cuando se trata de mezclas. Algunos ingredientes de las mezclas (por ejemplo, frutos secos, aceites esenciales) pueden caducar antes que las hojas de té.
En este caso, presta atención a las fechas de caducidad que figuran en el envase del té y comprueba el té antes de remojarlo para asegurarte de que huele y tiene buen aspecto.
5 consejos para conservar bien el té
El té se conservará más tiempo si lo mantienes protegido del oxígeno, el calor, la luz, los olores y la humedad. Sigue estos consejos para conservarlo correctamente y poder disfrutarlo meses o años después.
1.- Guarda el té en un recipiente hermético.
Las hojas de té pueden seguir oxidándose si se exponen al aire/oxígeno. Esto afecta significativamente al sabor del té.
Por ejemplo, el té verde se oxida más rápido que otros tipos de té. Por lo tanto, esto afectará no sólo a la frescura general, sino también al color de las hojas. El té verde suele ser de color verde, pero la exposición prolongada al aire puede hacer que las hojas se vuelvan marrones.
Para limitar esta exposición, guarda siempre las hojas o bolsitas de té en un recipiente hermético. Puede ser un tarro con cierre o una bolsa con cierre.
Si utilizas un tarro, el mejor material para guardar el té es el estaño, el acero inoxidable o la cerámica.
Yo guardo la mayoría de mis tés en un recipiente con cierre. Me gusta guardarlos en bolsas porque puedo exprimir el exceso de aire antes de cerrarlas. Si guardo mis tés en tarros, esto no es posible, así que es mejor mantener los tarros llenos para limitar el espacio de aire/oxígeno.
2.- Guarda el té en un lugar fresco y oscuro.
Guarda siempre el té en hoja o las bolsitas de té lejos de la luz directa y del calor. La luz puede afectar a la frescura del té y el calor puede estropearlo.
Por lo tanto, el té no debe guardarse cerca de ventanas o aparatos que puedan desprender calor (por ejemplo, cocinas y microondas).
Uno de los mejores lugares para guardar el té y mantenerlo fresco y alejado de la luz es un armario cerrado o una despensa.
Si no puede guardarlo en un armario cerrado, utilice recipientes opacos.
Los tarros y bolsas de cristal u otros recipientes transparentes pueden ser una forma divertida de guardar el té para exponerlo y presentarlo de forma atractiva, pero este tipo de recipientes dejan pasar la luz. Por lo tanto, no es una forma adecuada de almacenar el té a largo plazo.
3.- Mantén el té alejado de olores fuertes.
Un armario o una despensa puede ser un buen lugar para guardar el té lejos de la luz, pero no si está junto a otros objetos que puedan desprender aromas fuertes.
El té puede absorber fácilmente los olores a su alrededor. Así que evita guardarlo junto a café, hierbas y especias, de lo contrario tu té negro del desayuno inglés podría empezar a saber a guindilla en polvo.
También es una buena idea organizar tus provisiones de té de modo que los tés perfumados o las mezclas no estén demasiado cerca de los tés puros. Por ejemplo, si guardas una mezcla de te con jengibre y limón demasiado cerca del té verde sencha, su aroma y sabor pueden cambiar.
4.- Guarda el té en un lugar seco y alejado de la humedad.
El único momento en que las hojas o las bolsitas de té pueden estar húmedas es durante el periodo de remojo. Por lo demás, el té está seco y debe permanecer seco durante el almacenamiento, ya que cualquier humedad puede dañarlo.
Por este motivo, evite guardar el té en el frigorífico o en el congelador. El proceso de condensación crea humedad que el té puede absorber.
El matcha y algunos otros polvos de té son una excepción, pero, aun así, deben guardarse separados de otros artículos que desprendan un aroma fuerte.
5.- Compra té fresco en pequeñas cantidades.
El té comprado de una cosecha reciente tendrá una vida útil más larga. Antes de comprar té, averigua la fecha de caducidad para saber en cuánto tiempo hay que consumirlo.
Aunque tengas la tentación de hacer acopio de té cuando está de oferta, a la larga puede no ser tan ventajoso.
Si, teniendo en cuenta tus hábitos de consumo de té, no crees que puedas utilizar una determinada cantidad de té dentro de su vida útil, considera la posibilidad de comprar cantidades más pequeñas cada vez.
De este modo, el té suelto que te salió muy barato no se quedará en el armario o la despensa durante años y se echará a perder.
Por supuesto, si se trata de un té que utilizas con regularidad y sabes que se agotará rápidamente, comprar té suelto puede ser una opción más rentable y económica.
Sin embargo, sobre todo si se trata de un té que aún no has probado, sería mejor comprar un tamaño de muestra para que tampoco te quedes con un montón de té que quizá no te guste.